Seguro que te has visto en esta situación varias veces. En el ejercicio 2013, el número de inversiones financieras a corto plazo (instrumentos de capital) en el balance es, por ejemplo, de 120.000 €, y en el ejercicio 2012 resulta que la cantidad es exactamente igual o muy similar. Esto quiere decir que son inversiones que se mantienen en el tiempo. Normalmente, en el corto plazo se suelen clasificar aquellas inversiones clasificadas como “activos mantenidos para negociar” que se liquidan en un período de tiempo rápido, siempre inferior a un año. Si no, ¿qué pintan en esa parte de la moneda de corto plazo? Es decir, si se mantienen en el tiempo, su lugar está en el ACTIVO NO CORRIENTE y su categoría de valor corresponderá normalmente a la mezcolanza de “activos financieros disponibles para la venta”, salvo que se trate de una inversión en una entidad vinculada.
Bajo dicha clasificación, podría haber oscuros intereses en mantener ese artículo en circulación para aumentar el capital de trabajo.
Activos financieros mantenidos para negociar.
Si el objeto de la sociedad es vender el activo en el corto plazo, se incluirá en la categoría de activos financieros mantenidos para negociar, en cuyo caso, la valoración inicial será al coste, que equivaldrá al valor razonable de la contraprestación entregada, reconociendo los costes de la transacción en la cuenta de pérdidas y ganancias.
- (540) Inversiones financieras a corto plazo en instrumentos de patrimonio
- (541) Valores representativos de deuda a corto plazo
- (559) Activos financieros derivados a corto plazo
- (255) Activos financieros derivados a largo plazo
- (251) Valores representativos de deuda a largo plazo
- (669) Otros gastos financieros
- a (57- ) Tesorería
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¿Es mejor invertir a corto o largo plazo?
En relación al horizonte temporal de la inversión, este dependerá de cuán cerca o lejanos estén los objetivos del cliente de banca privada. En las inversiones a corto plazo es muy difícil predecir los movimientos que realizará el mercado, por lo que corremos el riesgo de que nuestros activos pierdan valor cuando necesitemos enajenarlos. Por tanto, para inversiones a muy corto plazo, el dinero debe estar seguro, en productos como los mencionados anteriormente, aunque esta seguridad lastra nuestros rendimientos.
En una inversión a largo plazo, los mercados acaban convergiendo hacia su rentabilidad esperada, lo que nos permite, con una adecuada diversificación, diluir el riesgo de nuestras inversiones.
Ejemplos de inversiones a medio plazo
- Fondos de inversión y Certificados de Depósito o Cedes. Para conocer más sobre este instrumento te recomendamos este artículo sobre fondos de inversión.
- Inversiones en renta variable, es decir, en acciones que no tienen beneficios garantizados, pero que dependen del comportamiento de mercado de la empresa o partida en la que se coloca el dinero. Dependiendo de tu perfil inversor, este horizonte puede ser una opción.
Las inversiones a largo plazo son aquellas en las que los activos se mantienen durante un horizonte de tiempo prolongado que puede oscilar entre 3 y 30 años o más. Sin embargo, algunos inversores lo asocian con un rango entre 5 y 10 años, por lo que no existe una regla absoluta para definirlo.