Son muchos los que consideran que el fondo de inversión es el vehículo más eficaz y adecuado para canalizar el ahorro y la inversión. Respeta criterios básicos de diversificación y responde a las necesidades de los inversores individuales (obtención de rentas, revalorización del capital, preservación del patrimonio, ajuste a un perfil de riesgo y horizonte de inversión…). Sin embargo, la primera experiencia de un inversor con un fondo puede ser dolorosa si el producto ha generado un rendimiento negativo. Esto es importante tenerlo en cuenta en un contexto en el que muchos ahorradores que tradicionalmente tenían depósitos se han pasado al fondo para buscar rendimientos que ya no se ofrecen.
El problema es que, para tener éxito con este movimiento de traducción y que este nuevo cliente no se sienta defraudado con el producto que ha adquirido, hay que respetar una regla básica. Y esto no es otro que saber tener paciencia. La satisfacción del cliente con el producto estará íntimamente ligada a la rentabilidad que finalmente consiga con él. En este sentido, existe un método que permite a los participantes tener más posibilidades de no perder dinero con un fondo de inversión. En J.P.Morgan AM lo explican poniendo como ejemplo el caso de distintos inversores que han decidido entrar en fondos de renta variable que invierten en diferentes áreas geográficas (Europa, Estados Unidos, mercados emergentes y globales) y calculando cuál sería la probabilidad que los inversores ganarán dinero dependiendo del periodo de tiempo en el que mantengan la inversión.
Duración de un fondo de inversión
El largo plazo en términos fiscales y contables se refiere al período en el que se mantiene una inversión si es superior a un año. Quizás en estos ámbitos esta definición sea válida, pero desde el punto de vista de la inversión en fondos de inversión no lo es. Invertir durante más de un año es a largo plazo, pero ¿es suficiente para obtener buenos rendimientos?
En un ciclo económico alcista, a veces es suficiente. Por ejemplo, en 2014 y 2017, casi todas las categorías de fondos mutuos arrojaron rendimientos de dos dígitos. Sin embargo, no todos los años ofrecen rendimientos como estos. En 2018, los rendimientos de los fondos mutuos no fueron tan buenos, y mucho menos en 2020. Por lo tanto, mantener una inversión durante uno o dos años no se considera a largo plazo.
Baja diversificación
Como comentamos en el artículo El error del 77% de los inversores españoles, uno de los mayores errores que cometemos a la hora de invertir es la baja diversificación. Hoy es mucho más fácil y económico invertir fuera de nuestras fronteras. Puedes beneficiarte del crecimiento o buen comportamiento de las grandes empresas aunque estemos en recesión en España. Por tanto, si tu cartera de fondos no está suficientemente diversificada, es recomendable traspasar una parte hasta conseguirlo.
Debido a la diversificación mencionada anteriormente, puede sentirse cómodo invirtiendo en fondos de renta variable, renta fija, oro o por área geográfica (Asia, Europa, Estados Unidos). Si el fondo asiático ha subido mucho un año, para mantener equilibrada tu cartera puedes vender o traspasar lo que más ha subido a donde lo ha hecho menos. De esta forma mantienes el equilibrio de la cartera.