En el extremo opuesto, encontraremos aquellos productos comercializados por el banco en los que, si se va a aplicar una comisión, una penalización, o simplemente nuestro producto, tendrá menos valor que cuando lo compramos.
Es evidente que es en estos casos cuando más atención debemos prestar a la hora de contratar, ya que generalmente no son productos que provengan de liquidez rápida, por lo que, si necesitamos dicha liquidez de forma imprevista, no solo puede será que no lo tenemos rápido pero también tendrá un coste importante para nuestro bolsillo.
¿Qué son los Fondos de Inversión?
La primera sería en el caso de que el fondo requiera una inversión mínima para sostenerse. En tal caso, tanto los reembolsos como los traspasos se limitan a esta cantidad si se quiere seguir teniendo la condición de partícipe del fondo. En caso de realizar una devolución o cesión parcial, la entidad gestora podrá realizar la devolución o cesión total si la inversión se sitúa por debajo del umbral de «mínimo a soportar». La liquidación del dinero la realiza la entidad depositaria del fondo de inversión. Como norma establecida, el pago se realiza en un plazo máximo de tres días hábiles. Hay excepciones en las que este plazo se amplía a cinco días hábiles.
Esta última maniobra resulta atractiva ya que no se considera como una venta de acciones para luego realizar nuevas suscripciones. Al no generarse el reembolso, no existe hecho imponible; con lo cual las transferencias están exentas de tributación. Con el fin de atraer a nuevos inversores a su cartera de clientes de servicios, muchas entidades comunican estas bonificaciones como un derecho a la transmisión de un fondo de inversión. Dado que estos bonos son un gancho para captar nuevos clientes potenciales, no será factible encontrarlos al realizar transferencias internas entre un mismo gestor. Sin embargo, un beneficio de estos fondos es que tenemos la posibilidad de transferirlos de una entidad a otra de forma sencilla y sencilla. Si te preguntas cómo transferir fondos de inversión, sigue leyendo nuestras recomendaciones.
Depósitos a Plazo Fijo
En este tipo de depósito, la institución te obliga a pagar en un día predeterminado, descontando los montos correspondientes a reajustes e intereses, según la fecha establecida en el instrumento .
En este caso se establecen condiciones similares a las de los depósitos a plazo, salvo que pueden prorrogarse automáticamente por un nuevo plazo, en condiciones similares. En caso de que el depositante no retire el dinero, se seguirán devengando intereses sobre el nuevo capital y se realizarán los reajustes correspondientes a cada período, es decir, se recapitalizarán los intereses.
