14 ideas para pequeños negocios con poca inversión
Hasta hace unos años, el plan de vida de la mayoría de las personas consistía en un proyecto bastante común y uniforme: Estudiar hasta obtener un título, formar una familia y mantener un buen trabajo hasta la edad de jubilación. Sencillo, seguro, bastante cómodo y predecible.
El primer libro sobre inversión en bolsa.
Aunque pueda parecer sorprendente, muchos de los consejos de inversión que dan hoy en día los mejores inversores, ya estaban explicados en un libro que data de 1688: Confusión de Confusiones.
Confusión de Confusiones, fue escrito por el español José De La Vega, escritor y economista que hablaba de inversión y especulación.
Servicios de riego.
Este tipo de pequeñas empresas ya tiene bastante competencia, lo cual es un buen indicio. Es señal de que es un negocio que funciona, y para ganarle a la competencia, como ya sabemos, solo tenemos que hacerlo mejor que el resto y ofrecer algo más que el resto.
En este servicio instalamos y damos servicio a sistemas de rociadores subterráneos en viviendas y comercios. Lo bueno de este tipo de empresas es que no solo venden e instalan el sistema, sino que también venden el mantenimiento anual, ya que los rociadores pueden romperse o necesitar ser reemplazados.
-Ventajas que debes conocer de estos negocios:
Aunque es lógico que «Ganar más, invertir menos» ya es una gran ventaja, no es lo más importante.
Lo que realmente importa aquí es que el emprendedor quiere obtener buenas ganancias, pero no tiene suficiente para invertir. Entonces, este tipo de negocio le permite emprender y tener los resultados que desea.
La primera bolsa de valores se creó en
La idea de una bolsa de valores comenzó en Holanda en 1602 con la Dutch East India Co., emitiendo las primeras acciones en papel. Los accionistas podían comprarlos y venderlos, creando el mercado de valores más antiguo del mundo. La Bolsa de Valores de Ámsterdam, que hoy se conoce como la bolsa de valores Euronext.
Así que podríamos decir que esta fue la primera sociedad cotizada de la historia, donde los accionistas de la sociedad no tenían peso, ya que la sociedad estaba controlada en su totalidad por los directores. También fue la primera empresa en pagar dividendos a sus accionistas, dividendos bastante generosos. Los dividendos de esta empresa durante la primera mitad del siglo XVII no eran ni más ni menos que un 16% de media. Ni que decir tiene que con esa rentabilidad por dividendo, invertir en bolsa resultaba realmente atractivo.